Durante la vida de una empresa se pueden dar situaciones que requieren llevar a cabo una valoración de la misma:
Procesos de adquisición o venta de empresas.
Combinaciones de negocios: fusiones, escisiones.
Ampliaciones de Capital.
Sucesión generacional.
Los objetivos de estas valoraciones pueden ser los siguientes:
Conocer la situación del patrimonio.
Verificar la gestión llevada a cabos por los directivos.
Establecer las políticas de dividendos.
Estudiar la capacidad de deuda.
Reestructuración de Capital.
Herencia, sucesión, etc.
La Valoración de Empresa determina de forma objetiva y siguiendo una metodología y procedimientos reconocidos y estandarizados, cuál debe ser el precio de compra o de venta de las acciones de la compañía con anterioridad a que se lleve a cabo la operación.